Un día mientras intentaba completar la lista decompras en el supermercado, me topé con una torre de calcetas en oferta, no les presté mucha atención (mi reserva de calcetines gruesos está más que bien para este invierno) hasta que un par resbaló del montón y fue a parar justo hasta la ruedita delantera de mi carro, mientras las miraba algo en el tono de sus rayas negras y azules me pareció familiar. . . las levanté y lo recordé: "¡Raven, como en las películas!" Sentí como un chispazo de energía dentro de mi ¿¿Existirán verdes-grises?? y como la única forma de descubrirlo era zambulléndome en un mar de calcetines a rayas, así que mientras me decía a mí misma "por favor, por favor que hayan un par Sly, uno solito, nada más que uno" me lancé a buscarlos y casi al llegar al final del montón con un grito triunfal encontré mis preciadas calcetas Sly *-*
A los dos días después tuve que volver por otro par para Cyn y Pau :P
Jajaja sí lo reconozco, suena algo tonto y friki alegrarse tanto por encontrar un par de calcetas de los colores de mi casa, pero vamos, si tan sólo con ponérmelas ya me siento bien y aunque nadie más que yo sabe que las llevo puestas me sonrío, porque es como si llevara un pedacito de Hogwarts o de Harry Latino hasta mi trabajo o a donde sea que vaya, además ¡Que calentitas que son! Ideales para usarlas en esta época del año y ganarle al frio de la ola polar que está azotando por estos lados.
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